En Los asquerosos el autor critica a cierta parte de sociedad aferrada al consumo, olvidada del valor de su tiempo, esclavizada por su trabajo, vulgar y dispuesta a aparentar; aquella que ama la naturaleza, pero consiente que los suyos la destruyan; aparenta cultura, pero solo es palabrería ostentosa (p. 136). Aunque lo relevante es la presentación, como reacción a esta clase personas, de un protagonista que se basta a sí mismo y ama la soledad per se –sin que esta sea un medio para conectar con un Ser supremo–. Este individuo, frente al zoon politikón (animal político o cívico) aristoteliano, es claramente asocial